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Derechos sexuales y reproductivos
¿Qué les pasa a las mujeres que sufren la guerra y las crisis humanitarias?
Selene Soto Rodríguez, abogada senior de Women’s Link, reflexiona sobre las preguntas que guían el trabajo de Women’s Link en contextos de crisis humanitarias, como las que se viven en Venezuela o Ucrania
Fecha: 20/06/2022
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¿Qué les pasa a las mujeres en contextos de crisis humanitarias o violaciones masivas de derechos humanos? ¿Cómo se ven afectados sus derechos? ¿Qué pasa con el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva?
Estas son las preguntas que nos hacemos constantemente en Women’s Link. Llevamos más de 20 años trabajando para visibilizar las afectaciones a los derechos de las mujeres y desarrollando estrategias legales innovadoras para acercarlas a sus derechos, especialmente aquellas que están más lejos de su acceso y que enfrentan múltiples formas de discriminación.
Fueron estas preguntas las que nos aproximaron a la situación de las mujeres en Venezuela, que vive una emergencia humanitaria que ha generado impactos de gran escala en la población. Gracias al trabajo conjunto con organizaciones nacionales, pudimos identificar los impactos diferenciados de esta emergencia sobre sus derechos, especialmente sus derechos sexuales y reproductivos.
Trabajar en alianzas es parte de nuestra visión como organización feminista trasnacional, así que otra pregunta que nos hacemos siempre es cómo nuestra experiencia puede sumar y acompañar la labor de otras organizaciones. Así, junto a nuestras aliadas en el país, hemos desarrollado acciones estratégicas para documentar, visibilizar y exigir una respuesta del Estado frente al riesgo para la vida, la dignidad y la autonomía reproductiva de las mujeres que no pueden acceder a servicios de salud sexual y reproductiva debido a la emergencia humanitaria.
Fruto de este trabajo, en 2019, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictó, a nuestra solicitud, medidas internacionales de protección para mejorar la situación de la Maternidad Concepción Palacios, un hospital público en la ciudad de Caracas al que acuden cientos de mujeres, especialmente mujeres embarazadas y en situación de pobreza, para recibir estos servicios especializados. Allí, se arriesgan a morir por las serias deficiencias del hospital que está funcionando a la mitad de su capacidad operativa, sin insumos, con intermitencias permanentes en los servicios de luz, agua y alimentación, malas condiciones higiénicas e imposibilidad de atender emergencias obstétricas, entre otros.
La situación en la Maternidad Concepción Palacios es un reflejo de lo que ha significado esta crisis para las mujeres en todo el país. A lo anterior se suma también la falta de acceso a métodos de planificación familiar y educación sexual integral, y los impactos de un marco restrictivo en el acceso al aborto que no permite, ni siquiera, que las mujeres y niñas que han sufrido violencia sexual puedan interrumpir un embarazo.
Este un contexto de riesgo también para las defensoras de derechos sexuales y reproductivos, como le ocurrió a la activista Vannesa Rosales, que fue criminalizada por acompañar a una niña víctima de violencia sexual que necesitaba interrumpir un embarazo. El agresor de la niña fue dejado en libertad. Por su parte, Vanessa se enfrentó a un proceso judicial por ayudar a proteger la salud y la vida de esta niña y estuvo privada de libertad por varios meses.
Todas estas situaciones de riesgo hacen parte de las razones por la cuales las mujeres venezolanas se ven forzadas a migrar a otros países. Sin embargo, muchas veces, las mujeres que migran tampoco pueden acceder a servicios especializados de salud sexual y reproductiva en los países de destino o por los que transitan, lo que las lleva a seguir enfrentando situaciones que ponen en riesgo su vida y su salud.
Es por ello que en Women’s Link trabajamos para que la situación de las mujeres migrantes sea parte de la lucha feminista en los países que están recibiendo personas procedentes de Venezuela. Como parte del movimiento Causa Justa por la despenalización del aborto en Colombia, abogamos por que se reconocieran las barreras específicas en el acceso al aborto que enfrentan las mujeres migrantes. Gracias a ello, fue uno de los argumentos analizados por la Corte Constitucional, que, en febrero de 2022, despenalizó el aborto hasta la semana 24.
También conseguimos que la Corte Constitucional ordenara mejorar el sistema de protección de víctimas de trata a raíz del caso de Yolanda, una mujer venezolana que había sido engañada por una red de trata para ser explotada sexualmente en Colombia. Esta decisión puede servir de ejemplo en otros países de la región que están recibiendo a mujeres y niñas venezolanas.
Nuestra experiencia previa en Venezuela nos ha llevado a hacernos las mismas preguntas en relación con un nuevo contexto: el conflicto en Ucrania. ¿Qué está pasando con las mujeres? ¿Qué impactos específicos están enfrentando en el contexto de la guerra? ¿Qué estrategias legales podemos usar para proteger sus derechos?
Aunque se trata de contextos distintos, lo cierto es que el impacto para la vida, el cuerpo y la salud de las mujeres es parecido: las mujeres en Ucrania están enfrentando situaciones de riesgo específicas por no poder recibir los servicios de salud sexual y reproductiva que requieren, están expuestas a las redes de trata y están siendo víctimas de distintas formas de violencia de género, especialmente violencia sexual.
La respuesta de los Estados también debería tener en cuenta estas necesidades. Pero en Polonia, por ejemplo, vemos que las mujeres que huyen de la guerra y son víctimas de violencia sexual, tampoco están pudiendo acceder a la interrupción del embarazo, pues se enfrentan a un marco normativo restrictivo que reconoce el acceso al aborto en casos de violación, pero impide el acceso en la práctica. Además, como en Venezuela, se persigue penalmente a las personas que ayudan a las mujeres a interrumpir un embarazo.
Desde Women’s Link, nos preguntamos ahora cómo podemos apoyar a las activistas y organizaciones feministas que están trabajando en Polonia, en un contexto de riesgo también para ellas. De una cosa estamos seguras y es que, al igual que en Venezuela, si las preguntas sobre la situación de las mujeres y niñas en Ucrania no son parte de la discusión, cualquier acción será insuficiente.
A través de nuestro trabajo usando el derecho de forma creativa, trabajaremos porque la fotografía esté completa. Porque la apuesta por la democracia y la paz, en cualquier contexto, nos incluya a todas, a nuestro derecho a vivir libres de violencias y a nuestras decisiones reproductivas.
Si quieres apoyar nuestro trabajo para que las mujeres tengan acceso a servicios de salud sexual y reproductiva en contextos de crisis, puedes hacerlo aquí.