Mujeres y fronteras

Las migraciones y las fronteras suponen a menudo grandes amenazas, especialmente para las mujeres, las niñas y los niños que pueden enfrentar graves formas de violencia, tanto durante el trayecto como cuando llegan a su país de destino. Por ejemplo, muchas veces las mujeres no acceden a los servicios de salud sexual y reproductiva necesarios, incluso cuando están embarazadas; se enfrentan a redes de tráfico y trata altamente peligrosas, a múltiples formas de violencia por parte de agentes migratorios, policía de control de fronteras, otros migrantes o incluso por sus propios compañeros de viaje y miembros de su familia. La mayor parte del tiempo, esta violencia no se detiene al llegar al país de destino.
Con nuestro trabajo buscamos el reconocimiento de los derechos de las mujeres migrantes y poner fin a la continua violencia que enfrentan. Exigimos sistemas que funcionen en la práctica para que todos ellas puedan acceder a la justicia y a la protección efectiva de sus derechos.
Desde 2009 hemos documentado y denunciado las múltiples vulneraciones de los derechos humanos que viven algunas mujeres y niñas que cruzan fronteras y que quedan atrapadas en redes de tráfico o de trata de personas; en espacios de detención temporal para extranjeros en situación irregular y, en muchos casos, en sociedades donde no son aceptadas.
A TENER EN CUENTA
Trabajamos para que se respeten los derechos humanos de las mujeres migrantes y hacemos visibles las múltiples formas de violencia y discriminación que enfrentan las mujeres y las niñas que cruzan fronteras en busca de protección y de desarrollar su proyecto de vida. Luchamos para que los sistemas de justicia garanticen sus derechos, independientemente de cómo cruzan las fronteras, y no las criminalicen.